El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, criticó lo que llamó la «nueva experiencia» en el continente americano, al referirse, sin nombrarlo, al futuro Gobierno del presidente electo Javier Milei.
En su programa semanal Conversación con el Presidente, Lula elogiaba la capacidad de diálogo del ministro de Hacienda, Fernando Haddad, con países que no tienen el mismo color político que Brasil.
«Haddad ha viajado mucho por países que no piensan como nosotros para discutir y saber experiencias. Solamente espero que no vaya atrás de esta nueva experiencia que surgió por el continente, espero eso«, dijo Lula, con ironía, mientras sonreía, al lado de su ministro y el conductor del programa que emiten los medios públicos.
El domingo, tras la elección en la Argentina, Lula emitió un comunicado por las redes sociales en el que reconoció la victoria de Milei, aunque sin citarlo nominalmente
El mandatario no hizo referencia directa a la Argentina pero comentó la situación cuando se refería a las relaciones de Brasil con el mundo, país del cual dijo que está «de moda» porque tiene los recursos que el mundo necesita para la transición energética del modelo de producción.
Lula no debe acudir a la ceremonia de asunción del mandatario electo Javier Milei el 10 de diciembre debido a que se sintió ofendido en términos personales por los insultos del argentino, según reveló el lunes el asesor especial de asuntos internacionales brasileño, Celso Amorim.
«De lo que conozco al presidente Lula, veo difícil que vaya a la asunción, porque se sintió personalmente ofendido, pero el Estado brasileño estará representado», dijo Amorim al diario O Globo, luego de conocerse que Milei invitó al exmandatario Jair Bolsonaro, quien confirmó que viajará a Buenos Aires para la ceremonia.
Para Amorim, la conversación mantenida entre Milei y Bolsonaro es ajena a la relación bilateral entre los dos países.
El ministro de Comunicación Social, Paulo Pimenta, aseguró que Milei debe pedir disculpas a Lula, antes de que ambos puedan entablar un diálogo institucional
«Esa llamada no afecta al Gobierno brasileño. No impedirá que tratemos la relación con Argentina como una relación de Estado», explicó Amorim, excanciller y exministro de Defensa.
Según el asesor presidencial, la relación entre Milei y Bolsonaro solamente causará problemas si se registran «interferencias internas».
Amorim citó que Lula se ofendió personalmente debido a que Milei lo llamó «ladrón» y «comunista furioso» durante entrevistas ofrecidas en la campaña electoral, después de que el líder del Partido de los Trabajadores (PT) exhibió respaldo a la candidatura del ministro de Economía, Sergio Massa.
Previamente, el ministro de Comunicación Social, Paulo Pimenta, aseguró que Milei debe pedir disculpas a Lula, antes de que ambos puedan entablar un diálogo institucional.
«Yo no llamaría (a Milei), solamente después de que él pida disculpas. Ofendió de forma gratuita al presidente Lula. Él tiene que hacer un gesto, como presidente electo, de llamar para disculparse. Después de eso, sí, pensaría en la posibilidad de conversar», dijo Pimenta a los periodistas que cubren diariamente el Palacio del Planalto.
El domingo, tras la elección en la Argentina, Lula emitió un comunicado por las redes sociales en el que reconoció la victoria de Milei, aunque sin citarlo nominalmente.
El líder del PT le deseó «buena suerte y éxito» al nuevo Gobierno electo que encabezará Milei y afirmó que «siempre» estará «disponible para trabajar» junto a los argentinos.
«Le deseo buena suerte y éxito al nuevo Gobierno. Argentina es un gran país y merece todo nuestro respeto», destacó el mandatario brasileño en su cuenta en la red social X (antes Twitter).
Además, remarcó que «Brasil siempre estará disponible para trabajar junto a nuestros hermanos argentinos» y afirmó que «la democracia es la voz del pueblo y siempre debe ser respetada».
«Mis felicitaciones a las instituciones argentinas por conducir el proceso electoral y al pueblo argentino que participó de la jornada electoral de manera ordenada y pacífica», expresó.
La Argentina es el tercer socio comercial de Brasil después de China y Estados Unidos y es considerado clave para la industria, ya que es el primer comprador de productos manufacturados brasileños.