El «Joseph Schulte», que zarpó desde el puerto ucraniano de Odesa, es el primer buque que desoye las advertencias rusas de hundir los barcos que ignoren su decisión de poner fin al acuerdo. El Kremlin abandonó el pacto tras constatar que no se cumplieron los compromisos tomados.

    Un primer barco carguero que zarpó de Ucrania tras el fin del acuerdo de granos y cereales arribó este jueves a Estambul, desafiando el bloqueo del Kremlin, que aumentó las tensiones en el mar Negro, donde un navío de guerra ruso abrió fuego el domingo contra un buque de una compañía turca.

    El «Joseph Schulte», con bandera de Hong Kong, que partió el miércoles desde el puerto ucraniano de Odesa, es el primer buque que desoye las advertencias rusas de hundir los cargueros que ignoren su decisión de poner fin al acuerdo que permitía hasta julio la exportación de granos de la exrepública soviética.

    Los sitios de seguimiento del tráfico marítimo mostraron al portacontenedores en el tramo final de su derrotero, que se llevó a cabo por aguas controladas por Rumania y Bulgaria – dos países de la OTAN -, evitando las aguas internacionales.

    El «Joseph Schulte» utiliza «un nuevo corredor humanitario», afirmó el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski.

    El domingo, Rusia efectuó varios tiros de advertencia contra el «Sukru Okan», un carguero con pabellón de la República de Palau, aunque propiedad de una empresa turca, que se dirigía a Izmail, un puerto del Danubio en el sur de Ucrania.

    El gobierno turco rompió este jueves cuatro días de silencio, que le habían valido críticas de la oposición.

    «Les hemos advertido adecuadamente a nuestros interlocutores de la Federación de Rusia que ese tipo de acciones podrían provocar una escalada de tensiones en el mar Negro«, indicó la presidencia turca, según reporte de la agencia de noticias AFP.

    Moscú intensificó además sus ataques contra las infraestructuras portuarias ucranianas del mar Negro y del Danubio desde que se retiró del acuerdo vigente desde julio de 2022, cuatro meses después del inicio de desatarse la guerra.

    El pacto, negociado con mediación de la ONU y Turquía, permitía el transporte de granos ucranianos desde el sur del país.

    Ucrania y Rusia son importantes exportadores de cereales y aceites vegetales.

    El acuerdo contribuyó a que bajaran los precios mundiales de los alimentos y a garantizarle a Ucrania una importante fuente de ingresos para el gasto bélico.

    Según el diario Wall Street Journal, responsables estadounidenses están negociando con Turquía, Ucrania y sus vecinos para aumentar el tráfico por el Danubio, que desemboca en el mar Negro en la frontera entre Ucrania y Rumania.  Un funcionario turco del Ministerio de Defensa, sin embargo, pareció descartar esa alternativa.

    «Nuestros esfuerzos se centran en la reactivación del acuerdo sobre los granos», aclaró.

    El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, espera reunirse este mes con su par ruso, Vladimir Putin, y se prevé una agenda en la que figure la reanudación del acuerdo sobre los cereales.

    EL ACUERDO DE GRANOS

    El acuerdo de granos del Mar Negro es un pacto auspiciado por la ONU que tiene el objetivo de abastecer a los mercados de alimentos y fertilizantes en medio de la escasez mundial y el aumento de los precios, exacerbados por la guerra de Ucrania iniciada el 24 de febrero de 2022.

    Ucrania y Rusia firmaron el acuerdo para permitir la exportación de más de 20 millones de toneladas de grano ucraniano bloqueado en los puertos del Mar Negro.

    El 17 de julio de 2023, Rusia suspendió el acuerdo tras un ataque ucraniano al puente de Crimea y tras constatar que no se han cumplido los compromisos tomados con la parte rusa.

    Los precios del maíz y el trigo aumentaron tras la retirada rusa.

    Tras su retiro, Moscú solicitó ayuda a Turquía para exportar sus propios cereales a los países africanos, dejando a Ucrania de lado.

    A partir de allí, África se convirtió en teatro de una batalla diplomática entre ambos beligerantes.

    Los intentos de Rusia para controlar las rutas marítimas del mar Negro coinciden con la contraofensiva lanzada en junio por Ucrania, con fuerte apoyo de material militar occidental, para liberar territorios ocupados por el Kremlin.

    Esta semana, Kiev anunció que había recuperado Urozhain, una pequeña localidad del frente sur.

    Sin embargo, los avances de Ucrania no parecen ser significativos y su ejército se encuentra en una situación difícil en el nordeste, cerca del nudo ferroviario de Kupiansk.

    El secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, afirmó que solo Ucrania decidirá sobre la apertura de una eventual negociación de paz con Rusia.

    Hace dos días, su director de gabinete, Stian Jenssen, enojó a Kiev al dar a entender que una vía de salida del conflicto podría consistir en que Ucrania ceda territorios a Rusia en contrapartida de su adhesión a la OTAN.