Cuatro policías fueron detenidos este martes acusados de participar por acción u omisión del asalto que seguidores del expresidente Jair Bolsonaro perpetraron el ocho de enero en Brasilia contra la Casa de Gobierno, la sede de la Corte Suprema y el Congreso. Entre los arrestados por intentar derrocar al mandatario Luiz Inácio Lula da Silva se encuentra el coronel de la Policía Federal, Jorge Naime Barreto, quien el día del intento de golpe era jefe del Departamento Operacional de la Policía Militarizada de Brasilia.

    ¿Quién era Jorge Naime Barreto?

    Según fuentes policiales citadas por la prensa local, Barreto apareció recién a las 18 horas del domingo ocho de enero en el Palacio del Planalto luego del violento ataque de los seguidores de Bolsonaro. Este jefe policial había sido designado en el cargo por el entonces secretario de Seguridad de Brasilia, Anderson Torres, exministro de Justicia de Bolsonaro detenido acusado de haber liberado la zona para que se perpetrara la acción desestabilizadora en la sede de los tres poderes.

    Un día después de los hechos Barreto también fue cesado del cargo por sospechas de haber retrasado el actuar de las tropas, permitiendo así la fuga de muchos de los que participaron en los ataques, según el diario O Globo. El coronel de la policía siempre negó las acusaciones, alegando que solicitó un permiso de varios días tras «el intenso trabajo durante el año 2022» y que una vez en el lugar de los hechos cumplió con los protocolos y permitió que se llevaran a cabo «cientos de detenciones», llegando incluso a ser herido en una pierna, según un comunicado enviado al portal de noticias Metrópoles.

    De acuerdo a la declaración de Tatiana Lima Beust, exesposa de Barreto, a la Polícia Civil del Distrito Federal, el lunes posterior al ataque uno de los dos hijos de la pareja llamó a su madre y le dijo que el policía planeaba viajar a Bahía con urgencia. La menor de ocho años también dijo que su madrastra, Mariana Fiuza, los habría amenazado con golpearlos «con un cinturón» si le contaban a alguien sobre el intento de fuga.

    «Operación Lesa Patria»

    En un comunicado, la Policía Federal informó que esta es la quinta fase de la «Operación Lesa Patria» que investiga los atentados contra la Constitución comandados por sectores extremistas del bolsonarismo una semana después de la asunción de Lula. Léo Índio, sobrino del expresidente Jair Bolsonaro, fue uno de los objetivos del operativo, al quedar involucrado en una orden de allanamiento cumplida en el Distrito Federal y en Río de Janeiro por participar en actos terroristas.

    En otra fase de la operación fue detenida Maria de Fátima Mendonça, quien se viralizó en las redes sociales por un video en el que aparece durante la invasión al Palacio del Planalto gritando: «Es la guerra. Ahora vamos por Xandão», en referencia al ministro del Tribunal Supremo, Alexandre de Moraes. Los otros policías detenidos este martes son Josiel Pereira, Flavio Alencar y Rafael Martins, todos vinculados con la omisión en la represión hacia los vándalos que atacaron los edificios públicos el ocho de enero.

    Desde el día del intento de golpe fueron arrestadas más de 1.800 personas y más de un tercio de ellas permanecen detenidas, aunque todas siguen respondiendo ante la justicia por diversos delitos. Los cargos, según un comunicado de la Policía Federal, son «abolición violenta del Estado democrático de derecho, golpe de Estado, daño calificado, asociación criminal, incitación al crimen y destrucción de bienes protegidos».

    «La Policía Federal continúa realizando el trabajo de investigación» y los relatos «están siendo entregados al poder judicial y al Ministerio Público» para que tomen las medidas correspondientes, escribió en su cuenta de Twitter el ministro de Justicia, Flavio Dino. Para Dino, «el Estado de derecho tiene el deber de protegerse de sus homicidas».

    Los delitos están siendo investigados por el Supremo Tribunal Federal (STF), que incluyó en el proceso al expresidente Jair Bolsonaro, quien abandonó Brasil el 30 de diciembre para instalarse con visa de turista de seis meses en Orlando, Estados Unidos. El lunes Bolsonaro dio una entrevista al podcast The Charlie Kirk Show, en la que anunció que volverá a su país, aunque no precisó cuándo, para evitar que se «hunda en el comunismo» bajo el gobierno de Lula.

    A la par de la pesquisa policial, la Fiscalía de la justicia militar abrió investigaciones contra ocho oficiales del Ejército por su posible participación en delitos vinculados a los sucesos del ocho de enero. Esto se debe a que los bolsonaristas actuaron a partir de un campamento montado durante dos meses frente a la sede del cuartel general del Ejército en la capital brasileña, desconociendo los resultados de la elección de 2022 en la que Lula venció a Bolsonaro.

    Quien también se encuentra detenido por supuesta omisión de sus funciones es el exsecretario de Seguridad del Distrito Federal, Anderson Torres. El último exministro de Justicia de Bolsonaro se encontraba en Estados Unidos al momento de los ataques. A su retorno fue expulsado del cargo y encarcelado en Brasilia. Es por eso que el presidente Lula intervino la seguridad del gobierno regional de Brasilia durante enero.