Además, el ministro de Economía anticipó que convocará a la Mesa de Enlace para seguir «región por región» el impacto de la sequía y señaló que hay que «romper esta cultura de la dolarización que tenemos los argentinos».
Por ello están trabajando con el Banco Central para «ver cómo le encontramos utilidad a lo que hasta ahora es un pasivo poco virtuoso para la Argentina que son las Leliq».
Insistió en que «hay que encontrarles un sentido en el trabajo articulado con el sistema financiero formal y también con el sistema financiero que hoy aparece lateralmente».
«El sistema financiero vinculado a los instrumentos electrónicos, a los sectores de la economía social (cooperativas, mutuales) que de alguna manera, sobre todo en el interior del país, generan un impacto fuerte en el mercado de crédito. Me parece que hay que trabajarlo y que hay que poner mucha cabeza ahí en febrero», agregó.
Respecto de la sequía y la situación del sector agroindustrial indicó que en los próximos días convocará a la Mesa de Enlace para plantear un seguimiento de 90 días “sector por sector y economía por economía, mirando los mapas satelitales de lluvias, mirando los mapas satelitales del INTA de humedad de suelo, y comparando caída de rentabilidad 2022 contra 2023”.
«Lo primero que hay que mirar es el daño a los productores argentinos», remarcó el ministro para señalar que en el caso del trigo la cosecha por 14,7 millones de toneladas superó las previsiones de entre 9 y 11 millones.
«Es menos de lo que podría haber sido una buena cosecha, pero no es la catástrofe que se temía«, indicó en diálogo con El Cohete a la Luna.
En cuanto a la soja «estimamos que el impacto de la lluvia del fin de semana pasado hasta el día 21 nos va a dar la humedad de suelo suficiente como para tener una buena cosecha a lo largo del año», comentó.
Por otra parte y consultado por Infobae sobre los dichos del expresidente Mauricio Macri para quien el gobierno actual está dejando «bombas» que estallarán en la próxima gestión, Massa respondió que «la única bomba que tiene la economía argentina es la que representó el acuerdo de Macri con el FMI, una bomba que hay que administrar y que de alguna manera limitó la capacidad de crecimiento de la economía argentina».
«El acuerdo con el Fondo el gobierno anterior lo usó para financiar la fuga de capitales y no para construir hospitales, puentes, para desarrollar la construcción, para desarrollo tecnológico. O sea, financiaron la salida de plata a cuentas en Estados Unidos o en otros países. Y la verdad es que eso es muy malo para nuestra economía», recordó.
Asimismo señaló que lo importante en cuanto a las «deudas que pasan de un gobierno a otro» es que «tengamos es la capacidad de ser serios, porque es el ahorro de la gente el que forma parte de la deuda pública, ya sea en bonos del Tesoro o en Leliqs, que no son ni más ni menos que lo que usted pone en el banco a plazo fijo transformado en un instrumento de ahorro del Banco Central».
«Nosotros no metimos la cabeza en un pozo, sino que enfrentamos el problema de la deuda con el Fondo y tuvimos la capacidad de encauzarlo y de buscarle una solución para la economía argentina, porque el Estado es uno, no importa quién gobierna en ese momento, es la Argentina y me parece que hay que tener en eso una visión de hombre de Estado y no una visión chiquitita de ver cómo se le traba a un gobierno el acceso al mercado de capitales sólo porque se quiere ganar una elección», aseveró.
«EL FMI NO ESTÁ CUMPLIENDO EN COMPENSAR EL COSTO DE LA GUERRA»
En otra entrevista, Massa, afirmó que el Fondo Monetario Internacional «no está cumpliendo con la Argentina» en revisar el costo de la guerra en los países del hemisferio sur.
«La Argentina cumplió con su programa, pero el Fondo no está cumpliendo con la Argentina el revisar cómo van a compensar a los países que pagaron el costo de la guerra con su economía, que es un problema a resolver», sostuvo en declaraciones a Infobae.
Al respecto, el ministro recordó que se trata de un tema planteado tanto en la última reunión del Comité de Desarrollo como en la reunión de ministros del G20.
«Argentina tiene un acuerdo con el FMI y un programa, acordado, que se va cada tres meses actualizando. Tenemos un equipo técnico y una negociación permanente», comentó y argumentó que «es una negociación inteligente, en la que nosotros ponemos sobre la mesa cuáles son las necesidades que tiene la Argentina, porque el programa es de Argentina, no del Fondo, el Fondo lo que puede hacer es definir si se cumplen o no los objetivos y si eso pone en riesgo su posibilidad de cobrar, nada más».
En relación a esto, precisó que en la reunión del G7, con el presidente Alberto Fernández lo hablaron con la directora (del FMI) Kristalina Georgieva, y con la subdirectora gerente Gita Gopinath, y plantearon que «en el 2022, la guerra, esa por la que tanto se preocuparon el Banco Mundial, el Fondo Monetario Internacional, el Banco Central Europeo, impactó en este invierno europeo -que es verano nuestro, en los países en desarrollo- tuvo primero impacto en el hemisferio sur. Y ese impacto no lo discutió nadie».