Desplazada a un segundo lugar por la reforma del Impuesto a las Ganancias, el Senado también aprobó, con 37 votos afirmativos y 29 negativos, otro proyecto clave: la reforma de la Ley de Alquileres. Pero no la que había venido con media sanción de Diputados, sino una modificada que propone mantener los contratos de tres años e implementar una actualización semestral que se haga de acuerdo a un índice de ajuste basado en el coeficiente «Casa Propia».

    «La ley tiene que equilibrar. Porque el contrato de alquiler funciona como contrato de adhesión en donde hay una relación de asimetría entre propietario y quien desea construir una vida en una vivienda que no posee», sostuvo Anabel Fernández Sagasti (FdT). La oposición rechazó el proyecto al considerar que no resuelve el problema de los inquilinos y, sobre todo, de los propietarios.