«Sabemos que hay que tomar caminos difíciles para llegar a las estrellas», dijo el vocero del Kremlin, Dmitri Peskov, sobre la sonda Luna-25 que se estrelló en la superficie lunar luego de fallar en la maniobra de alunizaje.

    Rusia continuará su programa espacial pese al reciente accidente de la misión Luna-25, aseguró el Kremlin, tras precisar que el resultado del intento «no es motivo para desesperarse» y reafirmar que «los planes son muy ambiciosos».

    «Sabemos que hay que tomar caminos difíciles para llegar a las estrellas», declaró el vocero del Kremlin, Dmitri Peskov, informaron las agencias de noticias AFP y Sputnik.

    «Sabemos que la exploración espacial, la puesta en marcha de programas espaciales complejos no se produce sin fracasos, esto no es motivo para desesperarse, para arrancarse los cabellos, es un motivo más para analizar las razones y eliminarlas para la próxima vez», declaró el funcionario.

    «La puesta en marcha de programas espaciales complejos no se produce sin fracasos, esto no es motivo para desesperarse, para arrancarse los cabellos, es un motivo más para analizar las razones y eliminarlas para la próxima vez»Dmitri Peskov

    «Lo más importante es continuar el programa espacial único de Rusia», que incluye un componente lunar, dijo Peskov, y reafirmó que «los planes son muy ambiciosos y se llevarán a cabo».

    La primera sonda lunar rusa en casi medio siglo, Luna-25, fue lanzada en la madrugada del 11 de agosto desde el cosmódromo de Vostochni, en el Lejano Oriente de Rusia.

    El 19 de agosto, la sonda iba a recibir un impulso para pasar a una órbita previa al alunizaje, pero un imprevisto impidió ejecutar la maniobra acorde a los parámetros especificados.

    Un día después, la Agencia Espacial Rusa Roscosmos informó que la estación Luna-25 se había estrellado contra la superficie lunar tras un fallo.

    Según la corporación, la sonda se desvió de la trayectoria asignada porque las características fácticas del impulso resultaron diferentes a las programadas.

    El director de Roscosmos, Yuri Borisov, defendió ante el presidente ruso, Vladimir Putin, continuar con el programa de exploración lunar a pesar del accidente.

    Esto se produjo casi medio siglo después de la última misión lunar con éxito de Rusia, en 1976.

    En los últimos años, se inició una nueva carrera hacia la Luna, en la que, además de Estados Unidos, participan China y Corea del Sur.

    India, que se convirtió en la primera nación en lograr posar una nave espacial cerca del polo sur de la Luna, una zona inexplorada, justo después del fracaso ruso, lanzará el 2 de septiembre un satélite para estudiar el Sol.

    En 2027, Rusia planea realizar el lanzamiento del orbitador Luna-26; para 2028 se prevé la misión de la sonda Luna-27 y para 2030, la del módulo Luna-28.