Los opositores socialdemócratas Sandra Torres y Bernardo Arévalo fueron los más votados entre 22 aspirantes en las elecciones del 25 de junio, e irán a segunda vuelta.
La Corte de Constitucionalidad de Guatemala (CC) ordenó a la autoridad electoral suspender la validación oficial de los resultados de los comicios del domingo pasado hasta revisar varias denuncias de irregularidades presentadas por partidos de derecha. Los opositores socialdemócratas Sandra Torres y Bernardo Arévalo fueron los más votados entre 22 aspirantes en las elecciones del 25 de junio, e irán a segunda vuelta. Torres sacó un 15,8 por ciento de los votos y Arévalo un 11,77 por ciento.
En un comunicado, la Justicia dijo que «el Tribunal Supremo Electoral (TSE) debe suspender la calificación y oficialización de resultados a efecto de que, para la fecha prevista para la segunda vuelta de la elección presidencial, todo haya quedado debidamente depurado». La Corte de Constitucionalidad informó que nueve partidos de derecha solicitaron un amparo que buscaba impedir que el TSE adjudicara la victoria de ciertos candidatos en los comicios sin investigar antes supuestas irregularidades.
Los partidos, entre ellos el gobernante Vamos, presentaron el recurso por «riesgo y amenaza inminente» de que se adjudiquen cargos antes de que las juntas electorales departamentales conozcan si había «vicios» en las actas de escrutinio. La CC es el máximo tribunal de justicia del país, por encima de la Corte Suprema, y entiende en supuestas violaciones de la Constitución. Su fallo es inapelable.
El Departamento de Estado de EE.UU., la misión de observación electoral de la Unión Europea y la Organización de Estados Americanos (OEA) expresaron su preocupación por la «judicialización del proceso electoral» y pidieron respetar la voluntad del pueblo expresado en las urnas. El segundo candidato más votado en los comicios, Bernardo Arévalo, criticó la resolución de la corte y acusó a «los mismos de siempre, que le tienen miedo a la democracia, que le tienen miedo a la decencia y están empeñados en arruinar el proceso electoral».