Ramos tiene que investigar el viaje de sus colegas al sur y del exministro de Justicia y Seguridad porteño. Pero una filtración de chats dejó en evidencia que él también tenía trato amistoso con el exfuncionario de Horacio Rodríguez Larreta y hasta había recibido un auto del gobierno de la Ciudad de Buenos Aires.
El fiscal Federico Delgado le sugirió al juez Sebastián Ramos que se excuse por razones de «decoro» de intervenir en la causa sobre el viaje de magistrados, empresarios de medios y espías a Lago Escondido. El expediente tramitó hasta febrero en la Justicia federal de Bariloche, pero la Cámara Federal de Casación Penal ordenó su pase a Comodoro Py.
Si bien no trascendió el tenor del dictamen de Delgado, que también formuló un requerimiento de instrucción, la actuación de Ramos ya había sido criticada en la ampliación de la denuncia que hizo el lunes el gobierno nacional.
Las críticas a Ramos están centradas en su intervención en una denuncia que se presentó en plena feria judicial por los chats que se filtraron entre el exministro de Justicia y Seguridad porteño Marcelo D’Alessandro y Silvio Robles, mano derecha del juez supremo Horacio Rosatti. Ramos cerró esa causa en un tiempo récord de 24 horas.
Después de esa intervención, fue convocado a la Comisión de Juicio Político. Allí, el presidente del bloque de diputados del Frente de Todos (FdT), Germán Martínez, le preguntó si mantenía algún vínculo sistemático con Robles o D’Alessandro. «No, señor», fue su respuesta. Para entonces, ya estaba circulando una nueva filtración del teléfono de D’Alessandro en la que se percibía que el juez mantenía un trato de amistad con el exministro de Larreta, a quien llamaba «Tano» y le agradecía por haberle proporcionado un auto.
D’Alessandro es uno de los investigados en la causa por el viaje a la propiedad de Joe Lewis. También están en esa misma condición los jueces Julián Ercolini, Pablo Yadarola, Pablo Cayssials y Carlos Mahiques junto con el jefe de los fiscales porteños, Juan Bautista Mahiques, entre otros. La hipótesis es que el viaje se hizo por invitación de los empresarios del Grupo Clarín, lo que constituiría una dádiva para los magistrados.
El lunes, el ministro de Justicia, Martín Soria, también pidió que se investigue si después de la excursión a Hidden Lake se benefició en determinadas causas judiciales al conglomerado mediático. También reclamó que se indague si los jueces buscaron ocultar el carácter de dádivas del viaje y manipular a los medios de comunicación para difundir una versión que los dejara bien parados, particularmente después de que Página/12 revelara la realización del cónclave.
Fuente: Página|12