El Gobierno brasileño destituyó este martes al director general de la Policía Federal de Carreteras, Silvinei Vasques, investigado por diferentes acciones en las que al parecer intentó favorecer al presidente Jair Bolsonaro en las elecciones en las que fue derrotado en octubre.

    El decreto que formaliza la destitución, que no había sido anunciada previamente, fue firmado por el ministro de la Presidencia, Ciro Nogueira, y publicado este martes en el Diario Oficial. La destitución se produjo luego de que el Ministerio Público Federal la solicitara para facilitar las investigaciones que adelante contra el jefe policial.

    Vasques responde a tres procesos diferentes por acciones en las que al parecer intentó favorecer la campaña a la reelección del líder ultraderechista, derrotado en la segunda vuelta de las presidenciales por el progresista Luiz Inácio Lula da Silva, que asumirá en enero su tercer mandato como jefe de Estado.

    Las tres investigaciones

    Una de las investigaciones fue abierta luego de que el jefe de la Policía Federal de Carreteras, en declaraciones públicas y en publicaciones en las redes sociales, declarara su voto en favor de Bolsonaro e hiciera campaña para el mandatario, algo vetado para funcionarios públicos con su rango.

    Igualmente es investigado por haber autorizado una operación por la que agentes de la Policía Federal de Carreteras instalaron retenes en carreteras en diferentes estados de Brasil el día de la segunda vuelta de las elecciones para supuestamente inspeccionar las condiciones técnicas de autobuses que transportaban electores. Tales retenes, que dificultaron la movilización de los electores y prohibidos por el Tribunal Electoral, se concentraron en los estados del noreste de Brasil, la región más pobre del país y que votó mayoritariamente en Lula.

    La tercera investigación obedece a la supuesta omisión de la Policía Federal de Carreteras en la represión de los bloqueos en importantes vías montados en los días posteriores a las elecciones por partidarios de Bolsonaro que se negaron a aceptar la victoria del líder progresista.

    Pese a que los manifestantes que bloquearon decenas de carreteras en todo Brasil defendían un golpe militar para impedir el regreso de Lula a la Presidencia, algo considerado por la Corte Suprema como un crimen, los agentes de la Policía de Carreteras se abstuvieron de realizar operaciones para desbloquear las vías.

    Improbidad administrativa

    Por tales acciones, Vasques es acusado de los crímenes de improbidad administrativa, abuso de poder y uso indebido del cargo. Sin embargo, el mes pasado, la justicia lo imputó y Vasques fue interrogado por la Policía Federal, donde negó haber actuado con motivación política. A pesar de su actual destitución, la investigación policial por su conducta continuará y podría ser condenado por un delito de prevaricación, que prevé entre tres meses y un año de cárcel.

    La decisión del gobierno de Bolsonaro fue adoptada luego de la presión por parte de oficiales de la fuerza dirigida por Vasques ante el desprestigio que sufre el cuerpo policial por las investigaciones en curso, según informó el canal de televisión CNN Brasil. La imagen de esta unidad policial también sufrió un desgaste en junio pasado, luego de que miembros de esa fuerza redujeron y asfixiaron a un motociclista, cuya muerte fue registrada por transeúntes en el estado nororiental de Sergipe.