Estos aparatos expondrían a los jóvenes a niveles sonoros más altos de los tolerables
Escuchar música demasiado fuerte y por tiempo prolongado puede causar daños en la audición. Las células sensoriales del oído interno son limitadas en número y no se renuevan. Si la degradación comienza en la adolescencia, ésta no hará más que agravarse a lo largo de la vida bajo el efecto de otros factores: enfermedad, medicamentos, envejecimiento.
Los traumatismos auditivos pueden tener consecuencias inmediatas (la acufonía y la hiperacusia, que si bien pueden desaparecen en algunas horas requieren de una consulta médica si persisten) pero también a largo plazo (la presbiacusia precoz, que aparece entorno a los 40 o 50 años en lugar de hacerlo a los 60)
Para reducir el riesgo auditivo pero sin dejar de escuchar la música que te gusta, poné en práctica estos consejos:
- Seguí la regla del 60%-60 minutos, que consiste en no utilizar los lectores MP3 durante más de una hora ni a un volumen superior al 60 % de la capacidad máxima del aparato.
- Utilizá cascos que recubran las orejas, ya que los intraauriculares tienen la desventaja de amplificar la señal sonora de 6 a 9 decibeles, lo que favorece los traumatismos auditivos.
Fuente: Doctissimo