Un incómodo momento debió vivir Marcelo Gallardo cuando aterrizó junto al plantel de River en Aeroparque después de la desazón de la final de la Copa Libertadores 2019 perdida frente a Flamengo.
Apenas el Muñeco bajó del avión, un empleado aeroportuario le espetó con voz amable pero mucha ironía, mientras lo filmaba: «Buena, Muñeco. No es nada, peor es irse a la B, amigo». El entrenador ni se mosqueó y siguió su camino.