Un edificio residencial fue golpeado por un ataque ruso con misiles que provocó al menos siete muertos en la ciudad oriental de Pokrovsk. Los servicios de emergencia de Ucrania buscan sobrevivientes.
Los servicios de emergencia ucranianos seguían buscando este martes a supervivientes entre los escombros de un edificio residencial golpeado por un ataque ruso con misiles que provocó al menos siete muertos en la ciudad oriental de Pokrovsk.
La localidad, de unos 60.000 habitantes antes de la guerra, está situada a unos 40 kilómetros de la línea de frente en el este de Ucrania, en la provincia de Donetsk, que está mayormente controlada por Rusia pese a una contraofensiva ucraniana en marcha desde junio.
En Rusia, el Gobierno dijo que el ataque, que según Ucrania apuntó contra sitios civiles, destruyó un centro de mando militar ucraniano en Pokrovsk.
«Estamos reanudando la retirada de los escombros», dijo el ministro del Interior ucraniano, Igor Klimenko, un día después del bombardeo.
«Nos vimos forzados a suspender el trabajo durante la noche por la elevada amenaza de bombardeos», agregó.
El jefe responsable de la administración militar de Donetsk, Pavlo Kirilenko, señaló que siete personas murieron y que 81 resultaron heridas, entre ellas dos niños.
Kirilenko dijo que Rusia lanzó dos misiles contra la localidad en un lapso de 40 minutos, que dañaron edificios residenciales, un hotel, locales de restauración, tiendas y edificios administrativos.
Socorristas evacuaron este martes a supervivientes atrapados entre los escombros del edificio de cinco plantas y cargaron a los heridos a ambulancias.
Entre los fallecidos figura un alto responsable de los servicios de emergencia de Donetsk, dijo el ministro Klimenko.
El presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, denunció el lunes que el ataque había golpeado un edificio residencial y compartió un video de civiles que ayudaban a socorrer a los heridos.
Las imágenes también mostraban un segundo edificio que parecía fuertemente dañado por el impacto.
También en el este del país, Moscú dijo que había avanzado 3 kilómetros en tres días en dirección a Kupiansk, una ciudad situada a 150 kilómetros al norte de Pokrovsk y cerca de la frontera rusa.
Kupiansk y sus alrededores, en la provincia nororiental de Jarkov, fueron reconquistadas por las tropas ucranianas con una contraofensiva lanzada en septiembre de 2022, pero Moscú reanudó su asalto en la zona.
«En los últimos tres días, los soldados rusos realizaron un avance de más de tres kilómetros en esta dirección», dijo el Ministerio de Defensa ruso, informó la agencia de noticias AFP.
También afirmó que había «mejorado» sus posiciones a lo largo de la línea del frente y que seguía repeliendo los contraataques ucranianos.
El sábado, las tropas rusas atacaron un centro de transfusión de sangre en Kruglyakivka, cerca de Kupiansk, con una «bomba aérea guiada» que mató a dos personas e hirió a cuatro, según las autoridades ucranianas.
Otras dos personas murieron el lunes en esa localidad por un ataque con «cuatro bombas aéreas guiadas», dijo Oleg Sinegubov, responsable de la administración militar de Jarkov.
A mediados de julio, Ucrania reconoció que estaba en «posición defensiva» en la zona de Kupiansk por una ofensiva lanzada por Rusia.
Con armas que le entregaron Estados Unidos y otros países de la OTAN, Ucrania inició en junio una contraofensiva largamente preparada que, sin embargo, apenas ha conseguido modestos avances ante la resistencia de las fuerzas rusas.
En el frente diplomático, Ucrania dijo este lunes que estaba «satisfecha» con una reunión de delegados de 40 países celebrada en Arabia Saudita durante el fin de semana para discutir una solución pacífica al conflicto.
Rusia, que no fue invitada a esta cita en la ciudad de Yeda, dijo que, sin ella, la reunión no tuvo «el más mínimo valor agregado».