El Grupo Wagner transfirió más de 2.000 equipos bélicos y armas al Ministerio de Defensa de Rusia, tras el fallido motín armado que protagonizaron en junio pasado, según informó el portavoz castrense, Igor Konashénkov.
«Las Fuerzas Armadas de la Federación Rusa, de acuerdo con el plan, están completando la aceptación de armas y equipos militares de las unidades del Grupo Wagner», indicó el teniente general en un comunicado. El material recibido incluye tanques, sistemas de cohetes de lanzamiento múltiple Grad y Uragán, sistemas de cañones y misiles antiaéreos y antitanque, entre otros.
El proceso de traspaso del armamento que estaba en manos de los wagneritas en Ucrania comenzó el pasado 27 de junio, tres días después de que los mercenarios, liderados por Yevgueni Prigozhin, se sublevaran para evitar su desaparición como empresa militar privada. En virtud del acuerdo que dio por finalizada la rebelión, el presidente ruso, Vladimir Putin, ofreció tres opciones a los mercenarios para que no sean perseguidos penalmente: regresar a casa, ir a Bielorrusia o firmar un contrato para subordinarse al Ministerio de Defensa.
No obstante, el general Serguéi Surovikin está desaparecido tras la fallida rebelión armado del grupo Wagner, por su presunta vinculación con el motín. Según el medio Verstka, el subcomandante de las fuerzas rusas en Ucrania, fue detenido por los servicios de seguridad rusos. De momento, el ministerio de Defensa de Rusia no hizo declaraciones al respecto.
La salud de Prigozhin
El medio de comunicación ruso Проект informó, a través de su cuenta en Telegram, que el líder del Grupo Wagner padece cáncer abdominal. La información habría sido provista por dos empleados de Prigozhin que habían estado en contacto directo con él en los últimos años. Según uno de ellos, recibió tratamientos durante mucho tiempo y se sometió a una terapia seria, mientras que ahora «el proceso de formación de tumores parece haberse detenido» y lleva un estilo de vida saludable con una dieta estricta.
El líder mercenario habría estado preocupado tanto por su salud, que instaló un consultorio médico equipado en su casa de campo, que incluía una habitación con una cama de cuidados intensivos, un ventilador y un concentrador de oxígeno. Este descubrimiento sucedió después del comienzo de la rebelión en junio, cuando los funcionarios de seguridad registraron el lugar de residencia de Prigozhin y los medios pro-Kremlin publicaron fotos de las acciones de investigación.
Además, según el medio ruso el ex cocinero de Putin fue tratado en la clínica de élite Sogaz -que tiene proyectos conjuntos con la hija del presidente, Maria Vorontsova- como uno de sus primeros clientes con el estatus de «súper VIP», bajo el seudónimo de Dmitry Geyler. Durante el registro se descubrió un pasaporte con este nombre, pero con la fotografía de Prigozhin.
Aunque en un primer momento se estimaba que el líder del Grupo Wagner pudiera haberse asentado en territorio de Bielorrusia, el presidente Bielorruso, Alexander Lukashenko, resaltó la semana pasada que Prigozhin se encontraba en la ciudad rusa de San Petersburgo. Por su parte, el Kremlin confirmó el lunes que Prigozhin se reunió con Putin el pasado 29 de junio. El encuentro, al que asistieron también todos los comandantes de la compañía de mercenarios, se prolongó durante tres horas. Los dirigentes de Wagner habrían dicho al mandatario que «estaban dispuestos a seguir luchando por la patria», según comunicó el portavoz de la Presidencia rusa, Dmitri Peskov, en la rueda de prensa que realiza diariamente.
Capacitación en Bielorrusia
El Gobierno de Bielorrusia confirmó el martes que los miembros del Grupo Wagner participarán en tareas de formación de sus Fuerzas Armadas. De acuerdo a un comunicado publicado por el Ministerio de Defensa bielorruso en su cuenta en Telegram, «una vez que lleguen los representantes del Grupo Wagner y se desplieguen en los centros de entrenamiento para la capacitación y el intercambio mutuo de experiencias, se prevé que se preste especial atención a las técnicas y métodos de combate por parte de las Fuerzas Armadas de Bielorrusia».
Asimismo, subrayó que «se están completando los preparativos» en varios de estos centros de cara a la llegada de los mercenarios rusos para coordinación de combate y tareas de formación. Esto se produce en medio de la estrecha colaboración a nivel militar entre Moscú y Minsk, que se posicionó del lado de Rusia en el marco de la invasión de Ucrania, desatada en febrero de 2022. Es más, el presidente ruso declaró el mes pasado que Rusia empezará a desplegar ojivas nucleares en Bielorrusia en el mes de julio, contradiciendo a su homólogo bielorruso, quien había anunciado en mayo que el traslado de dichas armas ya había empezado.
Informe: Axel Schwarzfeld