Estará emplazada en la vieja pista alternativa de aterrizaje de 72 hectáreas que se ubica entre los departamentos de Ciudad y Las Heras. Autoridades del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y de los ejecutivos provincial y municipal avanzan en el desarrollo del innovador proyecto.
Cuando se habla de ciudades del futuro, normalmente, la imagen colectiva que surge son enormes e imponentes edificios, grandes sistemas integrados de electricidad, ventanales de considerables dimensiones, hiperconectividad, tecnología, consumo elevado de energía y una construcción hecha con materiales que demorarán siglos en ser reabsorbidos y que, como actualmente se sabe, son poco adaptables a los flujos de cambios y a la reutilización.
Sin embargo, muy lejos de ese modelo, el nuevo proyecto de Ciudad del Futuro, sobre la que viene trabajando el Ministerio de Planificación e Infraestructura con el Banco Interamericano de Desarrollo y los municipios de Las Heras y Ciudad, está pensado en el urbanismo sustentable, desarrollado en un terreno que reconoce la naturaleza, los valores locales y la integración.
Emplazado en un terreno de 72 hectáreas, el antiguo aeropuerto alternativo con el que fue creado, el espacio verde, con una autopista, reconquistado por la naturaleza, será la base donde se emplazará la innovadora ecociudad.
Allí, no solo se buscará dejar de lado los sistemas constructivos tradicionales sino que también se priorizarán los espacios de encuentros, que difuminan las diferencias mediante el derribo de los muros que dividen la actual Base Cóndor con los barrios aledaños. De esta manera, se prevé iniciar una gran unión urbana.
Los motivos que llevaron a proyectar, en este terreno, la nueva Ciudad F fueron diversos. Las grandes capacidades urbanas, la afluencia de distintas corrientes hidrológicas y algunas estructuras que aún se pueden refuncionalizar han sido el gran puntapié para planificar una ciudad abierta, carbono neutral y climáticamente adaptada e inclusiva.
¿Cómo está planificada la ciudad del futuro?
La génesis del proyecto incluyó el estudio de distintos tópicos que funcionaron de base para la futura construcción. ¿Cómo se va a vivir? ¿Cuáles serán las nuevas reglas de convivencia? ¿Cuáles son los principios y los valores que están detrás de esa nueva manera de pensar, construir y habitar la ciudad?
En el masterplan, creado por profesionales técnicos y especialistas, se proyecta la incorporación de infraestructura verde pero también el espacio constructivo recordará lo que alguna vez fue el centro de una pista de aterrizaje. Además, se sumarán mecanismos de punta para funciones ecológicas y ecosistémicas.
Los cambios de paradigma se darán en diferentes vías. El área de urbanismo y paisaje basará su desarrollo en la circulación sostenible, y la innovación tecnológica incorporará el traspaso de matriz productiva extractivista a una economía del conocimiento.
“Mendoza es capaz de generar conocimiento de punta. Entonces, crear técnicas innovadoras para el desarrollo de la agricultura, industria alimentaria, elaboración de productos de manera sostenible son parte de las discusiones que se tienen, al punto de pensar en un nuevo edificio de bionanotecnología impulsado por la UNCuyo o un edificio de investigación de la mano del Conicet”, explicó Felipe Vera, especialista del BID.
La seguridad alimentaria es otro de los tópicos que se ponen en la mesa de planificación. En ese sentido, es clave cambiar una matriz de productividad que, trae los bienes y la comida desde afuera, por un mecanismo que piensa en cómo producir y provisionar alimentos de una manera más resiliente a través de agricultura urbana, con mecanismos que no sean monocultivos sino una agricultura regenerativa y no destructiva que utilice las cooperativas y las familias como base de la producción.
Otra clave de la Ciudad F está en la optimización energética y del uso del agua. Para menguar los efectos de la sequía, se ha pensado en incorporar modelos de gestión eficiente del agua, de irrigación innovadora, más elementos de fitodepuración.
El reciclaje y el aprovechamiento de los residuos podrán generar un metabolismo circular que permita construir de manera no tradicional reutilizando materiales.
Infraestructura verde incorporará árboles nativos de bajo mantenimiento, que puedan proveer sombra y acumular agua. Además, se sumarán elementos de última tecnología para absorber la humedad y el dióxido de carbono.
La integración socioespacial se dará con espacios públicos abiertos y seguros, inclusivos e interconectados, con enfoque de género y diversidad donde todas las minorías puedan usarlo.
¿Cuáles son las principales transformaciones?
Estas transformaciones ocurrirán a través de la transferencia de conocimiento. En la Ciudad F habrá una escuela técnica que va a integrar distintas áreas emergentes, donde no solo se enseñará de manera tradicional y académica sino también con el traspaso de capacidades técnicas, como robótica, o específicas que permiten acceder mucho más rápido al empleo.
En cuanto al hábitat, se ha pensado en un modelo accesible, con tipología de viviendas híbridas, adaptadas a los nuevos tipos de familia. También se ha pensado en viviendas con espacios comunes que se pueden compartir, que sean abiertos, inclusivos y accesibles.
¿En qué se ha avanzado hasta el momento?
El primer paso fue el diseño de un masterplan que identifica como primordial el futuro del Ministerio de Seguridad y la Policía de Mendoza, cuyo terreno se va a dar en propiedad para saldar la deuda que se tiene con la institución.
Paralelamente se avanzó en el diseño y licitación del nuevo cuartel central de bomberos, en el fraccionamiento del terreno y en la aprobación de factibilidades y certificación de servicios.
Además, se están construyendo las vías colindantes como las calles Cicchitti y Gran Capitán, con recursos propios de la Provincia.
Próximamente se avanzará en el diseño y licitación de la primera etapa de viviendas y en la demolición del muro existente que separa la zona con los barrios San Martín e Infanta.
Ocupar vacíos urbanos
En el marco del laboratorio de vivienda, en el que trabaja constantemente el Ministerio de Planificación e Infraestructura, se proyectó la utilización y refuncionalización de espacios urbanos vacíos u obsoletos para cambiar el paradigma de construcción y convivencia dentro de las ciudades.
Con el proyecto estudiado, el viejo aeródromo -emplazado en la Base Cóndor de la Policía de Mendoza- se presentó como plaza especial para llevar adelante el plan de una nueva forma de ciudad ecosustentable.
Es que, como este caso, en el mundo existe una gran cantidad de aeropuertos obsoletos y abandonados; múltiples hectáreas vacías en lugares céntricos de una ciudad que necesitan ser refuncionalizados y, de hecho, ciudades como San Francisco, Berlín o Caracas ya enfrentaron el desafío de la transformación.
Agustín Aguerre, presidente del BID en Argentina, fue explícito: “Mendoza es de los mejores lugares del país para hablar de futuro”. Felipe Vera, especialista de la división de Vivienda y Desarrollo Urbano del BID, quien viene trabajando en conjunto con los funcionarios provinciales, acompañó la moción: “Mendoza es una gran oportunidad para idear y concretar una ciudad emergente y sostenible”.