El volante de San Lorenzo Néstor Ortigoza fue condenado este martes a dos años y dos meses de prisión «de ejecución condicional» por «amenazas coactivas» contra un exjefe de seguridad del plantel en 2015, según la sentencia emitida por el Juzgado Correccional 2 de los Tribunales de Morón, provincia de Buenos Aires.
El juicio se había iniciado el 3 de septiembre y se cerró este martes con la sentencia de dos años y dos meses de prisión condicional para el jugador, además del pago de las costas procesales.
El hecho juzgado ocurrió el 15 de julio de 2015, «cerca de las 13.30 horas, en la arteria Del Mangrullo número 750 de la localidad de Villa Udaondo, partido de Ituzaingó, provincia de Buenos Aires».
La Justicia determinó que Ortigoza amenazó a Mauricio Argañaraz, entonces jefe de seguridad del plantel profesional del Ciclón y a quien en teoría el jugador le había dado dinero para el pago de las patentes de su auto particular.
Durante dos períodos, entre 2007 y 2010 y entre 2012 y 2015, Argañarás empleado de seguridad de San Lorenzo y ayudó a Ortigoza en los trámites por una deuda de patentes de un auto del volante creativo le había vendido a su compañero de equipo Matías Catalán.
Ortigoza le dio la plata a Argañarás para que efectura el pago y cuando éste le fue a entregar el vuelto, el futbolista le dijo que se quedara con el dinero, a modo de agradecimiento por las molestias.
El problema fue que unos meses más tarde, Catalán llamó a Ortigoza y le comentó que se adeudaban patentes. Razón por la cual, Ortigoza se presentó en la casa de Argañarás acompañado por un motociclista. «Devolveme los 20 mil pesos. Sacá un préstamo o lo que sea», le reclamó. «Si para mañana no está la plata, viene este guachín y te mete un tiro», lo amenazó.
Esa ameneza y otros mensajes que le fueron llegando a Argarañás en los días siguientes formaron parte de la investigación que se llevó a cabo en el juzgado de Morón. La Justicia no pudo probar, a pesar de la denuncia, que se huieran exibido armas de fuego durante la amenaza.