El gremio consideró «unilateral y discriminatoria» la postura de la administración jujeña sobre el «47% de la planta» de trabajadores. «Frente a este nuevo atropello y falta de respeto hacia el conjunto de los trabajadores y trabajadoras municipales estamos nuevamente en alerta», expresó el secretario del Seom.

    El Sindicato de Empleados y Obreros Municipales (Seom) de Jujuy se declaró este lunes en estado de «alerta y movilización» y denunció que el Gobierno provincial de Gerardo Morales no pagó los aumentos salariales acordados a «casi la mitad de los trabajadores» del sector.

    El Seom consideró «unilateral y discriminatoria» la postura de la administración jujeña sobre el «47% de la planta» de trabajadores.

    “El Gobierno de Jujuy determinó unilateralmente no liquidarle ningún aumento salarial a los municipales de menores ingresos en el cobro de octubre y noviembre”, advirtió el gremio en un comunicado.

    Refirió que entre jornalizados, contratados y planta permanente «hay un total de 11.170 municipales que cobran el mínimo salarial, que representa el 47% de la planta de trabajadores y que no cobrará ningún aumento», establecido en 10 mil pesos para cada mes en la mesa de negociaciones.

    El sindicato mencionó que una circular publicada recientemente por el Ministerio de Hacienda da cuenta de la medida que excluye de los aumentos a «jornalizados de 6 horas (2da. categoría), jornalizados de 8, contratados con hasta 8 años de antigüedad y a los de planta permanente desde la categoría 1 a la 10 con menos de 8 años de antigüedad que tengan el adicional en negro (Mínimo Salarial) superior a $20.000».

    «Frente a este nuevo atropello y falta de respeto hacia el conjunto de los trabajadores y trabajadoras municipales estamos nuevamente en alerta», expresó el secretario general del Seom Sebastián López en declaraciones radicales y añadió: «no entiendo esta actitud del Gobierno».

    Planteó que «quizás tenga que ver con que el sector municipal en el mes de junio estuvo totalmente activo en la calle y en la ruta» y, por esa razón, el gobernador Gerardo Morales les «quiere dar un escarmiento».