Mohammed Bin Salmán advirtió a su rival regional, mientras busca garantías de seguridad con Estados Unidos a cambio de normalizar sus relaciones con Israel.

    El príncipe heredero de Arabia Saudita, Mohammed Bin Salmán, advirtió que su país se dotará de un arma nuclear si su rival Irán lo hace primero y afirmó que una normalización de las relaciones con Israel «está más cerca», en una entrevista difundida este miércoles.

    «Si ellos consiguen una, nosotros tenemos que conseguirla», dijo el heredero del trono saudita, que lo ejerce de hecho, ya que su padre, el rey Salmán, está enfermo.

    Irán niega que esté buscando un arma nuclear pero violó los límites acordados sobre el enriquecimiento de uranio desde que en 2018 el presidente de Estados Unidos Donald Trump abandonó un acuerdo internacional de 2015 para poner freno al programa nuclear de Teherán a cambio del levantamiento de las sanciones.

    Arabia Saudita busca garantías de seguridad con Estados Unidos a cambio de normalizar sus relaciones con Israel.

    Israel es el único Estado con armas nucleares de la región, aunque no declarado.

    Bin Salmán también negó que los sauditas hayan suspendido las conversaciones mediadas por Estados Unidos con Israel.

    «Estamos cada día más cerca», dijo a Fox News el príncipe, a quien muchos consideran efectivamente el líder de la nación del Golfo.

    El líder saudita afirmó también que su país estaba buscando más avances para garantizar los derechos de los palestinos, mientras el gobierno de Israel continúa adelante con los controvertidos asentamientos en la Cisjordania ocupada.

    «Para nosotros, la cuestión palestina es muy importante, necesitamos resolver esa parte», declaró en la entrevista.

    El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, habló este miércoles sobre Arabia Saudita durante una reunión con el primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, al margen de la Asamblea General de la ONU en Nueva York.

    En el encuentro, el mandatario israelí pidió a Biden que lidere un «acuerdo de paz histórico» entre Israel y Arabia Saudita.

    Los planes diplomáticos de la administración Biden en Medio Oriente se vieron sacudidos por las tensas relaciones con Netanyahu, a quien sus opositores acusan de socavar la democracia israelí mediante grandes reformas del poder judicial, que atentarían con la división de poderes.

    El gobierno estadounidense mantiene vínculos históricamente estrechos con el liderazgo saudita, pero esa relación también se ha visto afectada por la controversia sobre el papel del príncipe heredero, según la inteligencia estadounidense, en el asesinato del periodista Jamal Khashoggi, residente en Estados Unidos, visto por última vez en la embajada saudí en Turquía.

    El secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, dijo este miércoles en una entrevista con el canal ABC News, que la normalización entre Arabia Saudita e Israel sería un «evento transformador».

    «Unir a estos dos países en particular tendría un efecto poderoso en la estabilización de la región, en la integración de la región, en unir a las personas, en no tenerlos enfrentados», señaló .

    Pero reconoció que era «difícil llegar allí».

    Israel ha normalizado sus relaciones con cinco naciones árabes, pero el reconocimiento por parte de Arabia Saudita se considera un premio histórico en la diplomacia de Medio Oriente, debido al papel del reino como guardián de los dos lugares más sagrados del Islam.

    Tanto Israel como Arabia Saudita, así como otros estados árabes, comparten una hostilidad mutua hacia Irán, un estado clerical chiita y frecuente rival de los sauditas, que pertenecen a la rama suní del Islam.