El expresidente de Estados Unidos, Donald Trump fue imputado este martes de cuatro cargos por supuestamente intentar revertir el resultado de las elecciones de 2020, en las que perdió frente al demócrata Joe Biden.

    Según un escrito judicial, un gran jurado de Washington DC lo acusó formalmente de conspiración para defraudar a EE.UU., conspiración para obstruir un procedimiento oficial, obstrucción e intento de obstruir un procedimiento oficial y conspiración contra derechos.

    El conspirador

    En la acusación, que consta de 45 páginas, se recuerda que Trump fue candidato para la reelección en 2020, pero perdió los comicios de 2020. «El objetivo de la conspiración fue revertir los resultados legítimos de las elecciones presidenciales de 2020 utilizando a conciencia consignas falsas de un fraude para obstruir la función del Gobierno federal de recolectar, contar y certificar los resultados», reza el texto.

    El gran jurado lo acusa de esparcir «mentiras» de que hubo un fraude electoral en 2020 al decir que él había ganado los comicios: «Estas afirmaciones fueron falsas, el acusado sabía que eran falsas», apunta el texto.

    En el documento también se señala que Trump llevó a cabo supuestos esfuerzos para impugnar de forma legal el resultado de las elecciones, que resultaron infructuosos, al tiempo que también usó métodos «ilegales» para que no se contaran votos emitidos legalmente y revertir así los resultados.

    Los tres delitos

    Por ello, según el gran jurado, el exmandatario cometió tres delitos, que son los tres primeros cargos que se le imputan: conspiración para defraudar a EE.UU., conspiración para obstruir un procedimiento oficial, obstrucción e intento de obstruir un procedimiento oficial.

    «El acusado repitió afirmaciones falsas de fraude electoral, dio falsas esperanzas de que el vicepresidente (Mike Pence) podría cambiar el resultado de las elecciones y dirigió a una multitud enfrente de él para que se dirigiera al Capitolio«, indica el escrito de acusación.

    En la imputación se describen los esfuerzos que Trump desarrolló para revertir el resultado electoral desde el día de los comicios, el 3 de noviembre de 2020, hasta después del 6 de enero de 2021 cuando una turba de sus seguidores irrumpió en el Capitolio mientras el Congreso estaba reunido para confirmar la victoria de Biden en los comicios.

    El gran jurado plantea que todas esas artimañas fueron medios para obstruir la certificación de Biden como presidente ante el Congreso y una manera de presionar al que fue vicepresidente de Trump, Mike Pence, quien el 6 de enero actuó como jefe de la Cámara Alta. La pretensión de Trump sería que Pence obstruyera «de forma fraudulenta» la ratificación del demócrata.

    El jueves ante una jueza

    Donald Trump tendrá que comparecer este jueves ante una jueza en Washington para la lectura de cargos por su presunto intento de revertir el resultado de las elecciones de 2020. Será frente a la jueza Moxila Upadhyaya de la corte federal del Distrito de Columbia, tras haber sido imputado de conspiración para defraudar a EE.UU.

    La magistrada encargada de enjuiciar a Trump será, sin embargo, Tanya S. Chutkan, quien ejerce el cargo desde 2014 y ha presidido varios casos en relación con el asalto al Capitolio por parte de una turba de seguidores de Trump, el 6 de enero de 2021.

    Chutkan, de origen jamaicano, falló en contra de una petición presentada por el expresidente para evitar que el comité especial de la Cámara de Representantes que investigó el ataque a la sede del Congreso, obtuviera una serie de documentos de la Casa Blanca.

    A su vez, la jueza emitió condenas más fuertes que las requeridas por la fiscalía contra varias de las personas que participaron en el asalto, según han informado medios estadounidenses.

    Durante una de las audiencias, Chutkan incluso señaló que, en su perspectiva, «debe haber mayores consecuencias» para quienes fueron parte de un «intento violento de derrocar un gobierno».

    Chutkan fue nominada por el expresidente Barack Obama (2009-2017), trabajó en un bufete privado por 12 años y tiene un diploma de Derecho de la Universidad de Pensilvania.