Las exportaciones brasileñas hacia nuestro país pasaron de US$ 715 millones en 1990 a US$ 15.979 millones en 2022, con una incidencia determinante en sectores como autos, aglomerados de hierro, fuel oil, energía eléctrica y tractores.

    La balanza comercial entre Argentina y Brasil ha sido deficitaria para la economía local en 19 de los últimos 30 años, con una incidencia determinante en sectores como autos, aglomerados de hierro, fuel oil, energía eléctrica y tractores.

    La evolución histórica, según datos del Indec, indica que, en el período mencionado, las exportaciones brasileñas volcaron la balanza comercial a favor de ese país durante tres años del gobierno del ex presidente Carlos Menem (1992, 1993 y 1994)como así también entre 2003 y 2015, cuando ejercieron la primera magistratura Néstor Kirchner y Cristina Fernández de Kirchner, en sus respectivos períodos.

    El saldo negativo de la balanza comercial argentina se replicó en los primeros tres años de gestión del ex presidente Mauricio Macri (2016 a 1018) y volvió a reflejarse durante el mandato del actual presidente, Alberto Fernández (2020-2022).

    La peor performance se produjo con el macrismo en el poder, cuando se importó por US$ 17.988 millones, lo que representó una balanza comercial negativa de US$ 8.662 millones.

    En números concretos las exportaciones de Brasil a la Argentina pasaron de US$ 715 millones en 1990 a US$ 15.979 millones en 2022, con una curva creciente (en línea con las exportaciones argentinas) entre 2002 y 2008.

    De todas formas, el récord de importaciones de Brasil se produjo en el 2011 cuando el principal socio comercial vendió por US$ 22.327 millones, cifra que declinó hasta la actualidad, particularmente en el 2020 por los efectos de la pandemia (US$ 8.685 millones).

    Un informe del Observatorio de Complejidad Económica (OEC) señala que entre 1995 y 2021 las exportaciones de Brasil a la Argentina crecieron a una tasa anualizada de 4,71%, desde US$ 4.176 millones en 1995 a US$ 12.392 millones en 2021.

    Este escenario refleja, en números, la disparidad de la balanza comercial argentina con Brasil y, consecuentemente, la permanente sangría de dólares para sostener la actividad industrial local.

    Con el objetivo de dinamizar el intercambio comercial entre ambos países, el presidente Alberto Fernández, junto al ministro de Economía, Sergio Massa, y su equipo económico, se encuentran en Brasil con el objetivo de negociar nuevas condiciones que eviten el uso del dólar en las transacciones.

    De hecho, el viceministro de Economía brasileño, Gabriel Galípolo, anticipó que Brasil le propondrá a la Argentina la creación de una línea especial de financiación a las empresas brasileñas que le venden a Argentina en monedas locales y así mantener el flujo del comercio bilateral entre los dos principales socios del Mercosur.

    «Estamos proponiendo la creación de una financiación a las empresas brasileñas que venden a la Argentina y son esas empresas que venden servicios y mercaderías de Brasil dadas las restricciones que se verifican en Argentina», dijo Galípolo, coautor del proyecto, con el ministro de Economía, Fernando Haddad, para crear una moneda común de comercio exterior sudamericana llamada «Sur».

    Por su lado, Galípolo explicó que 210 empresas brasileñas comercian habitualmente con Argentina.

    Galípolo recordó que Brasil ha dejado de financiar sus exportaciones y mecanismos de compensación con Argentina, durante los gobiernos de Michel Temer y de Jair Bolsonaro, lo cual permitió el avance de China como principal vendedor de los argentinos.

    «La evolución histórica, según datos del Indec, indica que, en el período mencionado, las exportaciones brasileñas volcaron la balanza comercial a favor de ese país durante tres años del gobierno del ex presidente Carlos Menem (1992, 1993 y 1994), como así también entre 2003 y 2015, cuando ejercieron la primera magistratura Néstor Kirchner y Cristina Fernández de Kirchner, en sus respectivos períodos»

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    «En los últimos cinco años, debido a la falta de mecanismos de Brasil para financiar las exportaciones brasileñas y las importaciones argentinas, hemos perdido aproximadamente US$ 6.000 millones de espacio en la balanza comercial con Argentina a China, que ha estado proporcionando mecanismos de financiación en medios alternativos de pago, como swap, o dando crédito al exportador», dijo el funcionario a la cadena de noticias GloboNews.

    Galípolo destacó que para Brasil es un mercado exportador diferenciado ya que consume productos de valor agregado, que son necesarios para mantener el empleo brasileño, y subrayó que la necesidad de esta línea de crédito se agrava este año debido a una sequía en Argentina, que redujo las exportaciones en un 40%, una pérdida de alrededor de US$ 17.000 millones.

    «Esto perjudica un poco la situación de Argentina este año. Pero para Brasil tenemos 210 empresas que comercian con el país, principalmente en valores industriales, con más valor agregado», dijo el funcionario.