Luego del pico de inflación de 7,7 por ciento en marzo, el más alto desde el estallido de la convertibilidad, se espera que en abril la dinámica de los precios se ubique nuevamente muy alta, en torno al 6,5 por ciento. La leve desaceleración frente al máximo de marzo se explica por una menor variación entre los precios regulados.

    De acuerdo a los cálculos de precios durante la primera semana, que las consultoras extrapolan al resto del mes, se registraron nuevamente avances en alimentos y bebidas en una línea más o menos similar al ritmo que mostraron en marzo. Si bien todavía rige el acuerdo de Precios Justos, que presenta aumentos por debajo de la inflación, el Gobierno sostiene que en los comercios de cercanía no se respeta esa pauta, por eso promete incrementar los controles.

    Además, hay aumentos en los boletos de colectivos (6,6 por ciento), combustibles (3,6), telefonía (7,8), educación (3,4) y electricidad (34 por ciento en promedio). En cambio, se esperan menores subas en el rubro de educación respecto del fuerte incremento de marzo, cargado de estacionalidad, así como también una moderación en prendas de vestir.