El Presidente afirmó que no compite con los integrantes del Frente de Todos sino contra la oposición, aunque instó a saldar las diferencias internas «como se hace en democracia: que la gente vote y elija lo más representativo».
El presidente Alberto Fernández afirmó este domingo que la Argentina es «un país independiente y tiene derecho a vincularse con quien crea conveniente» para sus intereses y aseguró que su «enemigo no son los compañeros del Frente de Todos (FdT) sino que mi adversario es el macrismo, la derecha recalcitrante».
Además, aseveró que el Frente de Todos tiene «preocupación por los sectores más débiles de la sociedad. Cristina (Kirchner) decía que la política es representación de intereses y nosotros representamos a la clase media y a los sectores empobrecidos de la Argentina, no queremos representar al mundo financiero, a los bancos, al poder fáctico de la Argentina».
En declaraciones al canal de YouTube «El método Rebord», el Presidente destacó también que el reciente encuentro con su par de Estados Unidos Joe Biden «fue una buena reunión, muy necesaria, inusual, que tuvo una cosa diferente, en la que él dedicó un tiempo a hablar conmigo y mucho tiempo a sentar la plana mayor de su Gobierno con la plana mayor de mi Gobierno».
«Durante una hora y media planteamos las dudas que teníamos; es de un trato muy afectuoso, nos permitió tener una buena charla y hablamos de como Estados Unidos puede ayudar a la Argentina. Entiende lo que me pasa porque a él le pasó lo mismo y me lo recuerda cada vez que me ve», dijo.
Añadió que «tiene en claro las similitudes entre (Mauricio) Macri y (Donald) Trump, el vínculo que tienen; entiende que la deuda que tiene Argentina fue una decisión de Trump para favorecer a su amigo Macri. Tenemos que hacer que la deuda, que se tomó con motivos políticos, tenga el menor costo posible para la sociedad argentina, como hicimos cuando firmamos el acuerdo».
«Dio instrucciones delante nuestro para que se atiendan nuestros problemas; tenemos un 2023 complicado por la sequía, tenemos que pasar este año y para eso necesitamos ayuda de los fondos crediticios», añadió.
Ante las críticas recibidas desde diversos sectores, especialmente desde la oposición, sostuvo que «nosotros somos un país independiente y tenemos derecho a vincularnos con quien creamos conveniente para la Argentina».
Con respecto a su presente y futuro político, sostuvo que «un día Cristina me dijo ‘tenés que ser vos (el candidato a Presidente) porque las posibilidades de que yo gane no son absolutas y si gano no me van a dejar gobernar y vos pudiste construir diálogo con todos: lo hablamos por tres días».
«Es un enorme honor ser Presidente. Voy a terminar este mandato con la tranquilidad de haber dejado todo de mí y con el honor de haber sido el Presidente de los argentinos. Tengo un enorme cariño por este pueblo; si me hubieran dicho ‘elegí cuatro años para ser Presidente’, estos no los elegía. Fueron cuatro años terribles, es la suma del FMI, la deuda de Macri, el 54% de inflación que dejó, la pandemia, la sequía, la guerra», abundó.
«Es algo que le pasa a la humanidad en su mayoría, es un tiempo difícil de la humanidad en el que me tocó gobernar», amplió.
También sostuvo que la oposición «durante años intentó que yo ‘entregue’ a Cristina, pero no me conocen, porque eso jamás lo haría, porque no lo merece Cristina».
«La política es el arte de administrar la realidad. Los peronistas operamos sobre la realidad dentro del sistema del Estado de Derecho. Algunos compañeros piensan que estamos haciendo la revolución pero nosotros somos reformistas. El peronismo siempre respetó la democracia y cambió muchas leyes en favor de la gente», sostuvo.
Afirmó también que «no creo en el verticalismo y en la conducción personalista del peronismo. La no creación del ‘albertismo’ es producto de mi convicción. Ya tenemos demasiados ‘ismos’. Juan Domingo Perón antes de morir nos dijo que nos organicemos, esa organización democrática nos la debemos. Con Néstor (Kirchner) se renovó en gran medida el peronismo y creo que tenemos que renovar una vez más y terminar con los personalismos».
Fernández aseguró que «el Frente de Todos es un frente de todos, no mío. Mis compañeros me votaron para que seamos todos parte de un frente. Entre compañeros nos sentamos, debatimos, discutimos, y uno tiene la decisión. Yo soy kirchnerista, yo lo fundé, lo acompañaba a Kirchner y mis compañeros se reían porque les parecía un delirio. Si hay algo que no está entre mis planes es terminar con el kirchnerismo, porque soy parte de eso. Mi objetivo es mejorar lo que somos».
Y enfatizó: «Mi enemigo no es ninguno de los compañeros del Frente, mi adversario es el macrismo, la derecha recalcitrante que hizo lo que hizo en Argentina. Al pueblo le debemos que esos tipos no vuelvan al poder».
«Las diferencias entre nosotros saldémoslas como se hace en democracia: que la gente vote y elija lo más representativo», afirmó.
Sobre el conflicto bélico
Por otra parte, se refirió a la guerra en Ucrania y señaló que antes de que se desarrolle el conflicto bélico le pidió al mandatario ruso Vladimir Putin que no comience una guerra «después de una pandemia» porque «sería un hecho trágico», y el jefe de Estado ruso «me dijo que no iba a pasar; me sentí un poco decepcionado porque me mintió», expresó el líder argentino.
Fernández también recordó que al comenzar la guerra en Ucrania, el Presidente habló con el mandatario ruso Vladimir Putin: «Le dije que estaba generando un daño enorme en el hemisferio sur, que es donde Rusia tiene sus ‘amigos’. Fue Rusia quien ayudó a muchos países de África para que dejen de ser colonia. En América Latina la vacuna nos amigó mucho con Rusia y todo eso se está perdiendo. Esta guerra que tiene con Ucrania está afectando el vínculo con el sur».
Además, señaló que «Europa apoya a Ucrania de una forma relativa, le mandan armas pero no tropas, ayudan con prestamos del FMI».
«Ucrania y Argentina son los países más endeudados con el FMI, pero ambos pagamos sobretasas. ¿Por qué no nos quitan las sobretasas si quieren ayudar?», cuestionó Fernández.