El país podría unirse a la alianza entre Estados Unidos, Reino Unido y Australia para intercambiar información y tecnología, pero sin suscribir la parte del acuerdo que incluye el desarrollo de submarinos nucleares.

    Nueva Zelanda estudiará una propuesta para unirse parcialmente a la alianza de defensa AUKUS -que integran Estados Unidos, Reino Unido y Australia- para el intercambio de información y tecnología, aunque evitando su aspecto nuclear, dijo este martes (28.03.2023) su ministro de Defensa, Andrew Little.

    El pacto, que incluye el desarrollo de submarinos nucleares para Australia, cuenta con un «segundo pilar» por el cual los socios colaboran en el desarrollo de tecnología cuántica, hipersónica, robótica y de inteligencia artificial, entre otras, así como el intercambio de información sensible que les permita operar en contextos militares complejos.

    «Nos han ofrecido la oportunidad de hablar sobre si podríamos o querríamos participar en el aspecto del segundo pilar (del AUKUS). He indicado que estaremos dispuestos a explorarlo, y eso ha sido todo», dijo Little en un escueto comunicado enviado hoy a agencias como Efe y Bloomberg. El país se ha mostrado preocupado por las tensiones en Taiwán.

    Las declaraciones del ministro neozelandés llegan tras la reciente visita del Consejo de Seguridad de Estados Unidos para Asuntos del Indopacífico, Kurt Campbell, quien durante su visita a Nueva Zelanda dijo que las puertas están abiertas para que Wellington se una al AUKUS «para trabajar en tecnologías punteras».

    La afiliación al pacto AUKUS es un asunto espinoso para Nueva Zelanda, que mantiene una estricta política antinuclear desde 1987 a raíz del hundimiento -dos años antes- de un barco de la organización ecologista Greenpeace que se encontraba en el puerto de Auckland para protestar por las pruebas nucleares que Francia efectuaba en el Pacífico.

    A raíz del AUKUS, suscrito en septiembre de 2021 ante la creciente influencia de China en la región del Indopacífico, Australia adquirirá submarinos de propulsión nuclear, algo que su vecino neozelandés ha criticado de manera pública.