Sofía y Leonardo, dos jóvenes cordobeses que recientemente habían sido padres, compartieron en las redes sociales una insólita situación: no sabían qué nombre le correspondía a cada uno de sus hijos, después de haberles sacado las pulseritas que los diferenciaban.

    A principios de marzo, Sofía y Leonardo, dos jóvenes cordobeses que recientemente habían sido padres de gemelos, compartieron en las redes sociales una insólita situación: no sabían qué nombre le correspondía a cada uno de sus hijos, después de haberles sacado las pulseritas que los diferenciaban, y comenzaron una “campaña” para poder identificarlos. Finalmente, en las últimas horas, se dio a conocer que, gracias a la colaboración del Renaper (Registro Nacional de las Personas), se pudo resolver el misterio.

    Los pequeños Valentín y Lorenzo fueron los protagonistas de esta historia que se volvió viral y mantuvo en vilo a todos los internautas.

    Mañana tengo que ir a la policía para que les tomen la huella digital a mis gemelos y me digan cuál es cuál, el premio a la madre del año me gané”, publicó en su cuenta de Twitter Sofia, una joven de 25 años que vive en San Francisco, provincia de Córdoba, junto a su pareja Leonardo, el papá de los gemelos.

    Tras esta publicación, el caso tomó relevancia nacional y los jóvenes se pasearon por distintos medios de comunicación relatando lo ocurrido. “Una noche, hace como 10 días, nos dimos cuenta de que la pulsera (que le habían puesto en la clínica para identificarlos) ya les quedaba chica, le estaba apretando los pies, así que se las cortamos», contó Leonardo en aquel momento.

    Y agregó: «Se la saqué pensando que al otro día iba a saber cual era cuál, pero después no sabíamos cuál era cuál”.

    Pese a la incertidumbre, los padres de Tino Lolo, los apodos de los recién nacidos que la semana próxima cumplirán dos meses, mantenían una actitud positiva, confiados de que encontrarían la respuesta pronto, e incluso se animaron a bromear al respecto: “A uno le decimos Beto, porque ‘ve tú a saber’, y al otro Nino, por ‘ni nombre tiene’”, decían en las entrevistas.

    Sin embargo, todo aquello quedó atrás cuando una oficina móvil del Renaper se hizo presente en su domicilio para tomarle nuevamente las huellas a los bebés y cotejar las coincidencias para descifrar la identidad de los niños.

    “Nos pusimos en contacto para ponernos a disposición, porque las políticas de derecho a la identidad y documentación de las personas son prioridad para nosotros, y el área de identificación se dedica especialmente a eso, así que hablamos con la mamá de los gemelos y diseñamos un esquema para poder resolver el problema”, explicó Santiago Rodríguez, titular del Renaper, y detalló cómo fue el procedimiento que aplicaron.

    “Como ya habían iniciado los trámites del DNI, los datos biométricos de los bebés estaban en la base de datos del Renaper, y en conjunto con los peritos que esperaban la información desde Buenos Aires, se analizaron las coincidencias de los registros”, sostuvo.

    Y agregó: “En los bebés es aún más difícil detectar las diferencias, pero los expertos rápidamente pudieron identificar cuál era cuál, y se le dio la noticia a los padres, que manifestaron que era tal como ellos pensaban que podía ser”.

    Fue a través de un audio llegó la confirmación: “Remerita celeste, Lorenzo, remerita gris, Valentino”.

    “Pusimos la tecnología a disposición, y estamos muy contentos de haber contribuido y resolver relativamente rápido, porque pasaron unos días, pero pudimos hacerlo y en cuestión de menos de una hora se develó el dilema, y ya le están enviando el certificado de datos a los padres”, cerró Rodríguez.

    Por su parte, Sofía también festejó el feliz desenlace, y compartió un video del momento en que recibieron la noticia. “Gracias a Renaper, que vinieron hasta nuestra casa y con buena predisposición tomaron huellas y fotos de los bebés para entregarnos certificados de su identidad. Y gracias a ellos hoy sabemos nuevamente la identidad de nuestros hijos, y también las pruebas de que ganamos la apuesta, ¡al final no somos tan malos padres!”, escribió Sofía en su cuenta de Twitter.

    “Un beso a todos esos padres que se creen perfecto”, remató la joven, haciendo caso omiso a aquellos que les dejaron comentarios malintencionados.

    Cabe recordar que el principal motivo por el que los padres querían descubrir qué nombre le correspondía a cada uno de los gemelos era para ingresar las historias clínicas de cada uno y llevar un control individual, ya que a raíz de la confusión habían perdido la posibilidad de contemplar los antecedentes de la evolución del peso y la vacunación.