La iniciativa tomó en cuenta el pedido de las provincias de la región, que solicitaron un apoyo para los pequeños y medianos productores, y se fundamenta por la caída progresiva de los precios internacionales.

    El Ministerio de Economía lanzó el Programa «Lanar», que tiene como objetivo brindar una compensación económica de $600 por cabeza a fin de estimular la producción, desarrollo y el fortalecimiento de los pequeños y medianos productores de lana ovina, y que se financiará mediante los fondos obtenidos por el denominado «dólar soja».

    La iniciativa -para la cual se destinarán $1.500 millones- fue oficializada a través de la Resolución 11/2023 publicada en el Boletín Oficial.

    La misma tomó en cuenta el pedido de las provincias de la región patagónica que solicitaron un apoyo para los pequeños y medianos productores de lana, para que puedan aproximarse al punto de equilibrio económico de sus establecimientos.

    La fluctuación de precios internacionales afecta de lleno al sector ovino porque “aproximadamente el 100% de la producción patagónica se exporta».

    Este pedido se fundamenta, asimismo, por la “caída progresiva de los precios internacionales de la lana” recrudecida a partir de la pandemia de coronavirus a lo que se suma, en el actual contexto inflacionario mundial, que la demanda prioriza productos sintéticos de menor costo en lugar de los de lana, lo cual “agrava aún más la situación de muchos productores de baja y mediana escala”, según señalan los considerandos.

    La fluctuación de precios internacionales afecta de lleno al sector ovino porque “aproximadamente el 100% de la producción patagónica se exporta, principalmente como lana lavada y peinada, y en menor medida como lana sucia”.

    Del mismo modo, también se recalca la importancia de este sector productivo al tener un “rol fundamental en la dinámica de las economías provinciales” siendo la principal actividad pecuaria en la región, y “dando sustento a las microeconomías locales, a sus exportaciones y a la ocupación estratégica del territorio patagónico, en un ecosistema árido y semiárido que brinda pocas oportunidades para la reconversión productiva”.

    Del mismo modo, el eventual crecimiento de las exportaciones daría lugar a “ingresos fiscales incrementales”, a través del cobro de retenciones.

    El aporte económico será de 0 por cabeza ovina esquilable para los productores que tengan registradas hasta 5.000 cabezas al 31 de marzo de 2022 / Foto archivo.

    El aporte económico será de $600 por cabeza ovina esquilable para los productores que tengan registradas hasta 5.000 cabezas al 31 de marzo del año pasado en el Registro Nacional Sanitario de Productores Agropecuarios (Renspa) y que la Secretaría de Agricultura verificará tomando los datos del Sistema Informático de Gestión de Sanidad Animal (Sigsa) del Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa).

    Este monto de $600 permitirá –según se indica- “aproximarse a un equilibrio económico en sus establecimientos y sostener sus sistemas productivos”.

    Como requisito los productores ovinos deberán contar con stock ovino en la actualidad y pertenecer a las provincias de Río Negro, Neuquén, Chubut, Santa Cruz, Tierra del Fuego o al partido de Patagones en la Provincia de Buenos Aires.

    En dicha región, el Senasa registró, al mes de marzo del año pasado, 8.341 productores ovinos y un stock declarado de 6.925.692 cabezas, representando más del 55% del stock nacional y contribuyendo con el 70% de la producción de lana nacional.

    Según anticipó el secretario de Agricultura, Juan José Bahillo, al anunciar el programa a mediados de noviembre pasado, el programa alcanzará a 7.463 productores, es decir al 94% del total.

    En el caso de que las personas beneficiarias tengan más de un registro a su nombre, “las distintas unidades productivas conformarán una totalidad”, es decir, se calculará el monto tratándola como una única persona beneficiaria.

    El aporte económico será de $600 por cabeza ovina esquilable para los productores que tengan registradas hasta 5.000 cabezas al 31 de marzo del año pasado.

    Los productores podrán solicitar el beneficio hasta el próximo 28 de febrero, y para tramitarlo deberán indicar una Clave Bancaria Uniforme (CBU) para recibir el pago, brindar un e-mail donde se recibirá información sobre la entrega, y cumplir con el procedimiento de tramitación que será precisado próximamente.

    Posteriormente, la Secretaría de Agricultura cruzará los datos con los del sistema del Senasa, y aprobará la nómina de beneficiarios con sus correspondientes compensaciones.

    La liquidación y pago de beneficios “será realizada periódicamente” hasta el próximo 31 de marzo, por transferencia bancaria a los CBU informados.

    El programa, que será financiado a través del Fondo Incremento Exportador, se suma a la compensación destinada a los productores de soja y maíz que no ingresaron al denominado “dólar soja”.

    Esta última medida –que tuvo más de 4.000 productores inscriptos- destinó $15.000 millones para subsidiar con hasta $ 6.500 por hectárea de soja declarada, y hasta $ 20.000 para el maíz.