El juez de Formosa Guillermo Caballero, quien ya había utilizado una carta escrita en lenguaje claro para explicar a dos sobrevivientes de abuso sexual que su agresor no iba a lastimarlos más, entregó hoy certificados de reconocimiento a 15 niñas, niños y adolescentes que pudieron contar en sede judicial que habían atravesado situaciones de violencia para que sepan que «los escuchamos, entendemos y queremos cuidarles».

    Caballero, titular del Juzgado de Instrucción y Correccional número 6, explicó que el certificado «es algo simbólico; les agradecemos la participación y valentía, además de buscar humanizar el proceso y reivindicar la participación de los menores de edad en las causas en las que son víctimas o testigo».

    El juez contó que en su juzgado «se siguen empleando herramientas de acercamiento a las víctimas de delitos, primeramente con la estrategia que se puso en marcha hace algo más de dos años con las resoluciones de fácil lectura para niñas, niños y adolescentes».

    Y agregó que el simbolismo del certificado entregado hoy «es la continuidad de las cartas que les escribimos a los niños explicando las sentencias; buscamos crear un ámbito donde se sientan escuchados y visibilizados, con esto le decimos: ´El juez te escucha y está interesado en oírte y quiere buscarte una solución a lo que te pasó´».

    El juzgado comenzó desde principios de este año a poner en práctica esta iniciativa con conocimiento del Superior Tribunal de Justicia provincial, ya que esta medida -al igual que la resolución de fácil lectura- no se encuentra prevista en el Código Procesal Penal.

    «Se entendió que ideas como estas representan un acto de humanización del proceso que tantas veces puede tener un trato impersonal, reconociendo a la persona y su conflicto legal, al cual se la escucha y se la visibiliza», resaltó Caballero.

    En septiembre del 2021, el juez había dictado el procesamiento con prisión preventiva a un hombre de 23 años, acusado de haber abusado sexualmente de los hijos de su pareja, un niño de 9 años y una niña de 8, en un barrio de la capital formoseña, a quienes escribió una carta contándoles la resolución adoptada y que las «autoridades de todo el mundo» están «para cuidarlos y protegerlos».

    El caso llegó a la Justicia por la denuncia que hizo una de las hermanas de la madre, iniciándose una investigación que encontró una serie de pruebas que sindican al padrastro de los chicos como presunto autor de estos hechos, por lo que el juez, para tomar esta resolución, tuvo en cuenta lo que declararon las víctimas en Cámara Gesell, «sobre todo el varón, quien hizo un relato pormenorizado» de las violencia que sufría, detalló el juez.

    En el dictado de su resolución, Caballero consignó en el punto cuarto de su decisión una nota de lectura fácil dirigida a las víctimas de este hecho, donde les explicó con un lenguaje simple y adaptado a sus edades, la determinación que tomó, el curso que tendrá el caso y la situación procesal del presunto autor, agradeciéndoles por la confianza que tuvieron al relatar lo sucedido.