El Gobierno de Río Negro informó que se hallaron restos óseos de un dinosaurio, bautizado como Patagopelta cristata, en las proximidades del Salitral Moreno, al sur de la ciudad rionegrina de General Roca.

    Los restos pertenecen «al grupo de los nodosáuridos, que se distinguen por llevar grandes espinas en la zona del cuello y hombros, y mide 2 metros de largo», detalló el gobierno provincial.

    Los huesos, aclaró el ejecutivo de Río Negro, «no representan a un animal completo, ni proceden de un único ejemplar, pero fueron suficientes para comprender que se trataba de algo nuevo y con características propias que permitían reconocer a una especie novedosa y única de dinosaurio«.

    Nodosáurido

    En ese sentido, se informó que «el elemento mejor conservado es el fémur, que está completo y muestra todas las características propias de un nodosáurido».

    Otro de los elementos importantes y distintivos es una porción de la armadura del cuello, que tiene espinas y crestas particulares de este ejemplar, «motivo por el cual se lo bautizó Patagopelta cristata (coraza crestada de Patagonia)», aclaró el gobierno.

    Asimismo, se explicó que uno de los elementos más abundantes colectados en Salitral Moreno corresponde a las piezas individuales que componen la armadura protectora.

    «Son llamados osteodermos (escudos de hueso formados bajo la piel), similares a los escudos que hoy en día podemos ver en el lomo de los cocodrilos y yacarés», precisó la información oficial. Se trata de «elementos que conferían protección mientras vivió, dispuestos en hileras paralelas a lo largo del dorso y cola del animal».

    La información detalla que «el fémur encontrado tiene una longitud de 25 centímetros de largo, con ese tamaño se estima que el ejemplar alcanzó los 2 o 3 metros de largo, lo que representa un tamaño extremadamente pequeño para dinosaurios acorazados».

    La importancia del hallazgo

    Por otra parte, la nueva especie amplía la discusión sobre la masa corporal y los aspectos paleobiológicos que ese tipo de animales poseían.

    El Patagopelta refuerza la teoría que, «durante la última etapa de la era de los dinosaurios durante el Cretácico Tardío en Sudamérica, se dio un gran intercambio de faunas entre América del Sur y la del Norte».

    El Gobierno rionegrino destacó que «en este contexto, la publicación de una nueva especie procedente de Argentina le da al material importancia no solo local, por ser el primer anquilosaurio nombrado en el país, sino también a nivel global«.

    En ese marco, celebró que «el aporte de diferentes grupos de investigación a través de los años fue clave para poder desempolvar la identidad de este nuevo dinosaurio».

    El estudio es autoría de Facundo Riguetti (Fundación Azara-Universidad Maimónides-Conicet), Xabier Pereda – Suberbiola (Universidad del País Vasco/Euskal Herriko Unibertsitatea), Denis Ponce (MPCA y Universidad de Río Negro – Conicet), Leonardo Salgado (Universidad de Río Negro – Conicet), Sebastián Apesteguía (Fundación Azara – Universidad Maimónides – CONICET), Sebastián Rozadilla (MACN – Conicet) y Victori a Arbour (Universidad de Victoria y Museo de la Columbia Británica, Canadá).