Hay un cambio radical que dejó la pandemia, y es el alcance de la masividad de uso de dinero digital. El 98,5 por ciento de los y las argentinas posee una cuenta bancaria y/o de pago. Estas últimas, cuya máxima expresión es la de Mercado Pago, crecen a un ritmo vertiginoso. Desde la empresa alzan la bandera de la inclusión financiera, mientras que especialistas alertan por la exposición a estafas digitales que tienen las cuentas no bancarias y por lo tanto menos reguladas.

    Según el Banco Mundial la inclusión financiera es “el acceso que tienen las personas y las empresas a diversos productos y servicios financieros útiles y asequibles que atienden sus necesidades —transacciones, pagos, ahorro, crédito y seguros— y que se prestan de manera responsable y sostenible”. Se considera que “es un elemento facilitador clave para reducir la pobreza y promover la prosperidad».

    El último relevamiento del Banco Central de la República Argentina (BCRA) previo a la pandemia, en diciembre de 2019, indicaba que el 82,7 por ciento de los y las argentinas se encontraba incluida en el circuito financiero ya sea a través de cuenta bancaria y/o de pago. Los 16 puntos porcentuales de crecimiento hasta hoy se explican mayormente por el aumento de personas con una tenencia conjunta de cuentas (crecieron 774 por ciento entre diciembre de 2019 y el primer semestre del año) y de personas sólo con cuentas de pago, que crecieron 182 por ciento en el periodo en detrimento de la baja del 35 por ciento de personas con cuenta bancaria.

    En números, hoy en día hay 34,6 millones de argentinos y argentinas con cuentas, de las cuales 16,9 millones sólo poseen cuenta bancaria, 1,2 millones sólo cuentas de pago y 16,6 millones se manejan con ambas opciones. Si bien sigue prevaleciendo la inclusión financiera a través del banco, el crecimiento mencionado anteriormente puede revertir la tendencia.

    «Este desarrollo súbito de las billeteras electrónicas ha tendido a ser interpretado por algunos como un alivio frente a los problemas de baja bancarización del sistema argentino, y con enorme optimismo respecto de los aspectos positivos que la “integración financiera” puede tener sobre el desarrollo económico de nuestro país», explican los economistas del Centro Cultural de la Cooperación (CCC) Martín Burgos y Estanislao Malic, que problematizaron el uso de las billeteras digitales en el suplemento Cash de este diario.

    Inclusión financiera según Mercado Pago

    Mercado Pago encabeza la lista de cuentas de pago, ubicándose muy por encima de sus competidoras como Ulalá, Naranja X y MODO. Con información de su clientela y encuestas a usuarios externos, realizaron junto con junto a Americas Market Intelligence un índice de avance de Inclusión Financiera de Mercado Pago en base a un relevamiento entre 38,16 millones de usuarios de México, Argentina y Brasil.

    El acceso a cuentas de Mercado Pago tuvo un crecimiento sin precedentes durante la pandemiaEntre sus celebraciones, la empresa destaca el crecimiento de las operaciones desde y hacia cuentas virtuales: «las transferencias CBU a CBU cayeron 50 por ciento en tan solo 3 años. El 52,3 por ciento de las transferencias inmediatas tiene como participante una CVU», asegura el informe.

    También celebra el acceso a créditos, que se disparó durante la pandemia. «La cantidad de usuarios que accedió a créditos creció en todas las economías 8 de cada 10 créditos otorgados son a menos de cuatro meses de plazo, ofreciendo así una propuesta de microfinanciamiento», asegura. La plataforma entregó 3,7 créditos promedio por usuario en el segundo cuatrimestre de 2022. «El 45% de los usuarios de Mercado Pago pudieron acceder por primera vez a un crédito o a una tarjeta a través de la plataforma», asegura el informe.

    «Una de las claves de la diferenciación entre las billeteras virtuales y el sistema bancario, que por definición crea dinero al prestar los depósitos recibidos, y por lo cual es sometido a numerosas regulaciones que afectan sus costos y el seguimiento de los créditos otorgados. Mercado Pago evita por todos los medios posibles verse afectado por esas regulaciones, pero recibe depósitos y otorga créditos, aunque por otras formas», alertan los economistas del CCC.

    Luego concluyen: «En el escenario complejo de la pandemia, el gobierno hizo equilibrio entre poderosos actores – bancos comerciales, Mercado Libre, y sindicatos- y la necesidad de aggiornarse de los organismos públicos, generando una regulación particular para el sector y una apertura a medida para las billeteras virtuales. No obstante, es necesaria una reflexión sobre los impactos posibles de los lazos que tejen las billeteras virtuales en los sectores informales para encontrar formas de evitar una financiarización a todas luces incompatibles con un proyecto nacional, popular y progresista».