El portavoz ruso, Dmitri Peskov, advirtió que ese tipo de acciones «no pueden quedar» impunes y que el Kremlin evaluará «las medidas a tomar».

    El Gobierno ruso acusó al Reino Unido de «dirigir y coordinar» las explosiones que en septiembre pasado provocaron fugas en los gasoductos Nord Stream 1 y 2, que conectan Rusia con Alemania bajo el mar Báltico y proveen el fluido a Europa.

    «Nuestros servicios de inteligencia tienen pruebas que sugieren que el ataque fue dirigido y coordinado por especialistas militares británicos», declaró a la prensa el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, citado por la agencia de noticias AFP.

    «Hay pruebas de que Gran Bretaña está implicada en un sabotaje, un ataque terrorista contra (estas) infraestructuras energéticas vitales, no rusas, sino internacionales», agregó Peskov, quien advirtió que ese tipo de acciones «no pueden quedar» impunes y que el Kremlin evaluará «las medidas a tomar», tras denunciar «el inaceptable silencio de las capitales europeas».

    El vocero del primer ministro británico, Rishi Sunak, dijo que Londres no se va a dejar llevar por «distracciones que forman parte del libro de jugadas ruso», informó The Daily Telegraph.

    Ayer, el ministro de Relaciones Exteriores, James Cleverly, había señalado que las acusaciones de Rusia contra el Reino Unido estaban «cada vez más alejadas de la realidad».

    «Están diseñadas para distraer al pueblo ruso de la realidad de los fracasos rusos en el campo de batalla», dijo Cleverly al dirigirse a los miembros del parlamento.

    El ejército acusó el sábado a Londres de estar implicado en las fugas de gas en Nord Stream.

    Tales acusaciones ocurrieron después de un ataque con drones ucranianos contra su flota del mar Negro en Crimea, cuya planificación Moscú también atribuyó a «expertos británicos».

    El 26 de septiembre se detectaron cuatro grandes fugas en los gasoductos Nord Stream 1 y 2 frente a la isla danesa de Bornholm, dos en la zona económica sueca y dos en la de Dinamarca.

    Las inspecciones submarinas preliminares reforzaron las sospechas de sabotaje, ya que las fugas fueron precedidas por explosiones.

    Los gasoductos Nord Stream que enlazan Rusia con Alemania quedaron en el centro de las tensiones geopolíticas desde hace años, agravadas por la decisión de Moscú de cortar el suministro de gas a Europa.